jueves, 29 de mayo de 2014

EL HACINAMIENTO TAMBIEN EN LAS URI


La directora seccional de Fiscalías, Carmen Torres, señaló que a pesar de que los funcionarios del Inpec hayan levantado las protestas, el problema de hacinamiento en las URI de Bogotá y otras seccionales del país no termina.


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"El tema del hacinamiento de las URI no es un tema nuevo. Es algo que se viene presentando hace más de tres años porque hay cupos mínimos en las cárceles para el ingreso de personas detenidas", explicó.

Asimismo, advirtió que el problema, especialmente en la capital de la República supera el 100 por ciento; sin embargo, sostuvo que dentro de los trabajos de la Fiscalía no se encuentra solucionar la problemática, pues es un problema del Gobierno en general.


"La labor de la Fiscalía es solamente recibirlos de forma transitoria mientras que el Inpec dispone el centro de reclusión. La Fiscalía no tiene nada que ver con el ingreso de los reclusos a los centros de reclusión", insistió Torres.


Agregó que las URI son celdas de paso donde permanecen los internos mientras se generan los cupos en la prisión, por eso mismo aseguró que "estos paros lo que hacen es complicar más esta situación".


Precisamente, según las cifras de la Defensoría del Pueblo, durante la jornada de protesta por parte de los guardias del Inpec, se obligó al cierre de 37 cárceles en el país, así como al represamiento de 300 diligencias "por la negativa a realizar la remisión de los internos".


De todas maneras, la directora seccional de Fiscalías dijo que confía en que con la normalización de actividades por parte de la guardia carcelaria, en las próximas horas se habiliten nuevos cupos en los centros de reclusión.


"Los voceros del Inpec nos manifestaron que en un plazo de 24 horas, se empezaran a habilitar nuevos cupos y que eso permitirá que disminuya la sobrepoblación en estas celdas de paso" indicó.


Por su parte, el defensor del pueblo, Jorge Armando Otálora, señaló que se pondrá en marcha un plan de contingencia que incluye la priorización y visita de 11 cárceles para revisar la situación carcelaria.


Según Otálora dicho plan se realizará de la mano con el Ministerio de Justicia, la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría General de la Nación, el Inpec y el Consejo Superior de la Judicatura.

En las últimas semanas se denunció en los medios de comunicación la alarmante situación de hacinamiento de las Unidades de Reacción Inmediata (URI) en Bogotá. Situación ante la cual se anunciaron medidas inmediatas por parte de las autoridades para lograr su descongestión.

El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), el Ministerio de Justicia y la administración distrital llegaron a un acuerdo para realizar traslados que permitieran aliviar el sobrecupo en estos centros, una especie de lugares de paso de los detenidos por la justicia 

Sin embargo, un nuevo informe de la Personería de Bogotá indica que el hacinamiento continúa y que se ha convertido en una 'bomba de tiempo'. Según la entidad, las cinco URI existentes presentan un sobrecupo del 222%, pues tienen capacidad para mantener un máximo de 140 detenidos, pero albergan 312.

Según la Personería, las URI “no cuentan con camas, alimentación, baños ni mínimas condiciones de permanencia digna; hay ciudadanos recluidos desde hace más de 15 días que duermen en los pisos, lo cual ha generado grave riesgo por insalubridad e inseguridad”.

Para ese organismo, “nuevamente se ha detectado un sobrecupo que ha incidido en la aparición de enfermedades y proliferación de virus”, lo que convirtió la cuestión del sobrecupo en un problema de salubridad, pues “genera enfermedades y proliferación de virus a los detenidos y a los funcionarios de las entidades”.

Las cinco URI existentes son las de Ciudad Bolívar, Kennedy, La Granja, Paloquemao y Usaquén. La problemática se extiende además a las celdas del CTI, en las que una persona no puede permanecer durante más de 36 horas.

Además, la Personería encontró recientemente que se están generando condiciones de inseguridad para los funcionarios, pues su contacto es permanente con retenidos que permanecen esposados en pasillos y escaleras por donde deben desplazarse, con el riesgo de ser víctimas de eventuales agresiones.
    
“En algunas URI los internos han intentado amotinarse, debido, además de la inseguridad, al desespero a que han llegado por permanecer durante largas jornadas en malas condiciones y por no haber solución de traslado de las personas que llevan mayor tiempo retenidas”, añadió la Personería. En las URI también se han detectado varios intentos de fuga.

En las URI, la mayoría de los internos tienen medida de aseguramiento por varios delitos, mientras otros esperan el trámite de judicialización.



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